Tic, tac, tic, tac

La crisis en México y en el mundo está llevando a muchas empresas a la quiebra. Hoy en México nos estamos enterando de la situación por la que está atravesando la Compañia Mexicana de Aviación consecuencia de una mala administración y falta de atención de las estrategias de negocios, coinciden analistas del sector aéreo (la culpa es por la competencia de las líneas aéreas de bajo costo, a sus costos laborales, al AH1N1, dice Mexicana ) ¿y los Clientes no cuentan? ¿y mis puntos de Frecuenta, de Mexicana GO? ¿se perderan?

¿Cuántas Pymes que conocemos están pasando por lo mismo, cerrando la puertas de su negocio?

Pero las quiebras en las empresas no son repentinas, sino que evolucionan con el tiempo. Suelen iniciarse con aparentes cosas insignificantes que, tras meses o años, terminan por convertirse en agudas complicaciones que, a veces, acarrean un desenlace fatal. (Hace 25 años me pasó, no le di importancia a los pequeños detalles y me fui a la quiebra con más de 100 empleados).

Cuanto antes se detecta un riesgo, más posibilidades existen de evitar una catástrofe que a veces ya no se puede remediar. El empresario que se mantiene alerta es porque ha sabido adoptar una actitud de permanente curiosidad intelectual, y es muy importante desarrollar  habilidades y conocer los peligros, te dejo algunas señales para desactivar la “bomba de tiempo” de tu empresa:

Demasiados “Si Señor”. Uno de los indicios de que un empresario está perdiendo el contacto con la realidad es que escucha demasiados “si” a su alrededor porque los empleados temen hablar abiertamente y criticar sus decisiones. Cuando en una reunión el director hace una propuesta, todo el mundo parece estar de acuerdo. Sin embargo, al terminar la reunión la critican a escondidas e incluso hacen planes para sabotearla. Así las cosas, no es de extrañar que los directores no lleguen a enterarse de las malas noticias hasta que es demasido tarde. 

Estar consciente de que la información que nos llega está filtrada. Las personas que nos rodean filtran información por razones diversas. Algunos individuos optan por resumir esa información dirigida a sus superiores por razones de eficacia: el tiempo es limitado y tratan de emplearlo de manera racional. Otros prefieren no desviar la atención de sus jefes con problemas que aparentemente se pueden solucionar sin su implicación, pues temen aparecer como débiles o incompetente.

Fomentar el intercambio de informaciónentre las distintas áreasde la organización. Hoy se sabe que antes de los trágicos atentados del 11 de septiembre 2001, los órganos de la inteligencia estadounidense (CIA, FBI, NSA) no se intercambiaron entre sí de forma correcta la información de la que cada uno disponía sobre el terrorismo islamista, y que de haberlo hecho, tal vez se hubiera podido impedir que los ataques se cometiesen.

Saber cómo animar a la gente a correr riesgos y a aprender de sus errores, sin olvidar que, parapreservar el sentido de responsabilidaden la organización, hayque mantener la distinción entreerrores excusables e inexcusables.

Ser experto en revisar el rendimiento de sus equipos y reflexionar sobre el mismo. Muchas organizaciones llevan a cabo revisiones de proyectos ya finalizados. El ejército estadounidense, por ejemplo, fue una de las primeras grandes organizaciones en desarrollar un enfoque sistemático para hacerlo, ya en los años 70. El proceso, conocido como AAR (After-Action Review, o postevaluación) se sustenta en cuatro preguntas básicas: ¿Qué nos propusimos hacer? ¿Qué ocurrió en realidad? ¿Por qué sucedió así? ¿Qué haremos la próxima vez?

Ocuparse en la capacitación de su personal que atiende al cliente. Sabe que sus clientes son es el activo más valioso de su empresa y que el personal que tiene contacto con ellos debe de brindar un servicio que supere las expectativas de sus clientes… todos los días.

Para recordar:En el nuevo juego de los negocios, los ganadores no son los mejores sino los que dominan el juego.

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